viernes, 31 de julio de 2009

31-07-2009 "FELICITACION DE BODA A NUESTRO ALCALDE"

El Sr. Troncoso, Alcalde de San Juan de Aznalfarache, ha contraído sus segundas nupcias el pasado viernes 31 de julio. La felicidad, el amor, el respeto, forma parte de los verdaderos valores de la vida y además son necesarios. Cuando uno pasa a una determinada edad, siendo abuelo, por un momento así en su vida, es algo grande y desde luego se merece ser muy feliz, aunque a veces en el fondo de nosotros mismos siempre tenemos la misma edad. Por el contrario, en ocasiones, la felicidad perdida en antaño puede añorarse en algunos momentos. Dicen que los políticos están hechos de otra pasta, lo que no sé muy bien si se refieren a los tallarines o a los macarrones, en cualquier caso uno es plano, como aplastao y el otro es redondo y hueco. Desde la Plataforma vecinal que represento, no sé si se acuerda, "LOS CIENTOS DE VECINOS A LOS QUE LES QUIERE EXPROPIAR SUS CASAS" le deseamos suerte y prosperidad en sus segundas nupcias.
Dicen que los deseos de nuestra vida forman una cadena cuyos eslabones son las esperanzas, desde luego eso nunca nos falta si no, no tendríamos propósito, y creo que Ud. Sr. Alcalde y su equipo de gobierno tienen muy claro cuál es. Un hombre no es solamente lo que está comprendido entre pies y cabeza, que quizás ahora es lo que más le interese a Ud., es algo más, no físico, pero sí moral, aunque esto creo que es un concepto que Ud. no conoce, ni como persona, por lo que veo, ni como político; lo que realmente siento... El hombre justo no es el que no comete ninguna injusticia, sino el que pudiendo ser injusto, no quiere serlo.; pero se me olvidaba que Ud. Sr. Troncoso es por el momento el Sr. Alcalde de San Juan de Aznalafarache, y que su equipo de gobierno socialista le adora, por la buena, buenísima labor que está haciendo en nuestro Pueblo y en su partido. Sé que esta carta que le dedicamos formará parte de su archivo personal, porque en un futuro cuando uno se hace viejo le gusta más releer que leer, pero para entonces ya estará liberado de esto, algo que le atormenta tanto como a nosotros, pero llegado ese momento se sentirá libre, y no lo dude nunca, nosotros en nuestras casas, porque la verdadera libertad parte de sujetarse a las leyes de la razón y espero que esa felicidad de la que ahora goza le haga ser más razonable y más sensato. Felicidades Sr. Troncoso.